22 abr 2011

Desarrollo sostenible y la triple base de la sostenibilidad: Igualdad de oportunidades en el trabajo




                   Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Desarrollo_sostenible.svg


Si bien el desarrollo sostenible fue aplicado sólo al ámbito socio-económico, en la actualidad su extensión abarca tres partes: ecológica, económica y social.
Gladwin, Kennelly y Krause (1995) definen la sostenibilidad integrando los elementos más resaltantes de la mayoría de las definiciones encontradas; y lo manifiesta de la siguiente manera:
“(…) el desarrollo sostenible es un proceso para lograr el desarrollo humano (…) de forma incluyente, conexa, equitativa, prudente y segura. La inclusividad implica el desarrollo humano a lo largo del tiempo y el espacio. La conectividad comporta la aceptación de la interdependencia ecológica, social y económica. La equidad sugiera la justicia entre generaciones, dentro de la misma generación y entre especies. La prudencia connota deberes de cuidado y prevención. a nivel tecnológico, científico y político. La seguridad exige protección frente  a amenazas que puedan perpetuarse y cambios radicales dañinos”. (Gladwin y otros 1995: 878)


En este sentido, en el ámbito laboral, la igualdad de oportunidades suele ser un factor que afecta directa o indirectamente a los tres pilares de la sostenibilidad.
·         Ambiental: Una empresa debe preocuparse por perseverar los recursos naturales para que éstos sean disfrutados por las futuras generaciones.

En este caso, la ausencia de igualdad de oportunidades repercute tanto en el ambiente interno como externo de la empresa. En el ambiente interno, una evidente marginación hacia los empleados podría generar un boicot que podría tener repercusiones ambientales cuando se aplican o elaboran los procesos, productos y subproductos de la empresa. Por ejemplo, un empleado, que trabaja en una empresa productora de agua mineral para consumo humano, que se ha sentido marginado podría alterar la calidad de los productos al contaminar el agua utilizada en el proceso. De esta manera se está afectando no sólo la imagen de la empresa sino también limitando el acceso de dicho recurso a los consumidores finales. Por otro lado, en el ambiente externo, una preferencia  por capacitar a determinados operarios en una organización podría afectar las acciones específicas que contribuyen al mejoramiento y preservación de la ecología. Por ejemplo, en la producción de pilas se utilizan insumos que son altamente contaminantes, y una capacitación desequilibrada al personal operativo que interactúa directamente con dicho insumo podría alterar su adecuado manejo y gestión, con lo cual podría afectar el medio ambiente.





 
·         Económica: Una empresa debe ser viable económicamente; es decir, ser sostenibles obteniendo beneficios.

Internamente, este enfoque se refiere a la responsabilidad de las condiciones del mercado así como la equidad y la justicia social. Externamente, la empresa debe participar de los planes económicos de su región y país.[1]

Por ejemplo, la discriminación a determinados empleados (ya sea por rasgos físicos o culturales) pertenecientes a un área específica puede afectar sus sueldos, jornadas laborales, etc.; esto afecta la productividad de la empresa. Además, permite que los trabajadores no estén comprometidos con el crecimiento de la empresa en donde laboran. En consecuencia, en el largo plazo esta situación no será sostenible, ya que sus trabajadores no proyectan una imagen negativa dentro y fuera de la empresa.

·         Social: Una empresa debe preocuparse por la justicia social; debe fomentar la equidad en la sociedad.

Internamente, una empresa, conjuntamente con sus inversores, directivos, colaboradores  y proveedores, deben ser responsables por el cuidado de la calidad de vida en el centro laboral y el desarrollo íntegro y pleno de todos ellos. Externamente, debe realizar de acciones puntuales que contribuyan con tiempo y recursos a la generación de condiciones que permitan y beneficien la expansión del espíritu empresarial.[2]

Un ejemplo de empresas socialmente responsables son las que forman parte del Comercio Justo, ya que algunos de sus principios fundamentales son: la igual entre hombres y mujeres, y que se trabaje con dignidad respetando los derechos humanos, etc. Así mismo, tiene como objetivos garantizar a los trabajadores un salario justo, mejorar las condiciones de seguridad e higiene del lugar de trabajo, fomentar la igualdad de oportunidades para las mujeres, salvaguardar las minorías étnicas, preservar el medio ambiente, etc. Otro ejemplo podría ser el proyecto Un techo para mi país, en el que se estimula la participación de los jóvenes para la construcción de viviendas en asentamientos humanos en Latinoamérica.

Las empresas deben ser partícipes de los problemas sociales en el sentido de que deben estar siempre en la búsqueda de sus soluciones para una mejor calidad de vida de la sociedad.


 






 
FUENTES:
FACULTAD DE COMUNICACIÓN DE LA UNIVERSIDAD DE SEVILLA
(Consulta: 21 Abril 2011)

GLADWINS, T.N; KENNELLY, J.J. y KRAUSE, T.S. (1995): “Shiftin paradigms for sustainable development: implications for management theory and research”, Academy of Management Review, 20, págs.. 874-907.

RICARD, Joan; RODRÍGUEZ, Miguel; SÁNCHEZ, Pablo y VENTOSO, Lara (): “La empresa sostenible: Aprendiendo de los líderes  del Índice Dow Jones de Sostenibilidad (IDJS)” Bilbao: Fundación BBVA 2006